Historia del Lunario del Auditorio Nacional
1993
El centro de espectáculos que faltaba
A partir de 1993, poco después de la reinauguración del Auditorio Nacional, el espacio que hoy ocupa el Lunario albergó tres proyectos diferentes acordes con su época: Theatron, bajo un diseño de Philippe Starck, el Fashion Café, en la era de los recintos temáticos, y el restaurante Stage.
2003
De diciembre de 2003 a marzo de 2004, el Auditorio Nacional acondicionó su foro escénico alterno para convertirlo en el Lunario del Auditorio Nacional, de la mano del arquitecto y escenógrafo Alejandro Luna (México, 1939-2022), quien se enfrentó a diversos desafíos estructurales: el mayor fue retirar dos columnas de carga que impedían la visibilidad. Luna halló la solución sujetando la techumbre desde su parte superior. El resultado fue el recinto íntimo, cómodo y capaz de albergar diversas producciones artísticas.
Ubicado en el corazón del Bosque de Chapultepec, en el costado poniente del Auditorio Nacional, el Lunario se distingue por su acogedora atmósfera, su sala multiformato y la amplia y ecléctica programación.
Atento a la dinámica de las artes escénicas y de entretenimiento en vivo, impulsada por las diversas plataformas y formatos digitales, por la atomización en las preferencias de la audiencia y por un aumento de artistas y promotores, el Lunario del Auditorio Nacional ha respondido con recursos humanos y tecnológicos del más alto nivel. Es además el espacio ideal para presentar eventos corporativos y publicitarios.
Alejandro Luna, arquitecto de universos escénicos
Arquitecto egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alejandro Luna fue responsable de la escenografía e iluminación de 250 obras de teatro, 25 óperas y 10 coreografías. Entre 1964 y 2013 asesoró la construcción de 65 teatros, entre ellos los del Centro Cultural Universitario de la UNAM (Teatro Juan Ruíz de Alarcón, Sala Miguel Covarrubias, Teatro Sor Juana Inés de la Cruz); de la Universidad de Guadalajara (el Teatro Diana, el Auditorio Telmex y el Centro de Artes Escénicas) y en León, Guanajuato, asesoró el proyecto y la construcción del Teatro del Bicentenario.
Como escenógrafo teatral, Luna trabajó con los más importantes dramaturgos del país y su quehacer está vinculado con los momentos más destacados de las artes escénicas en México. Recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes (2001), fue nombrado Creador Emérito por el Sistema Nacional de Creadores de Arte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (desde 2001), fue homenajeado por la Unión de Teatros de Europa durante el XXX Festival Internacional Cervantino (2002), la International Society for the Performing Arts, con sede en Nueva York, le dio el premio Distinguished Artist (2004) y el Instituto Nacional de Bellas Artes le otorgó la Medalla Bellas Artes en 2016.
“Creo que el escenario es para que sucedan cosas extraordinarias”, afirmó el también ganador del premio Ariel en 1985 por el diseño de producción de la película Frida, naturaleza viva. Alejandro Luna concibió el diseño del Lunario del Auditorio Nacional situando a los asistentes en varios niveles, permitiendo así que la intimidad y la comodidad fueran parte de la atmósfera en donde el público pudiera apreciar espectáculos de gran calidad en un espacio acogedor y versátil.